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Neida Ayala creció con una familia que frecuentaba una iglesia, pero la vida de ellos era contraria a lo que Biblia decía. Los padres de ella vivían en pleitos y discusiones, consecuentemente afectándole a ella. Ella era una joven que sufría con depresión, tristeza y era rebelde. Aunque escuchaba hablar de Dios, ella no sabía quien era ni veía en su vida el poder de Él. Todo ese dolor la llevó a intentar el suicidio. En medio de todo el dolor interior y los problemas en casa, fue invitada a participar de un servicio de fe en la Universal. Ella nos cuenta más sobre su historia y cómo es su vida el día de hoy después de haber recibido el Espíritu Santo.
https://youtu.be/ZkuVHvv8gzk