A través del Espíritu Santo, conocí la verdadera felicidad y la paz interior

Desde la separación de sus padres, Yessica Mendoza comenzó a padecer con depresión. Ella se sentía vacía, continuamente tuvo pensamientos negativos y tenía bajo autoestima. Esto la llevó a buscar en diversos lugares algo para llenar el vacío interior. Al ver que todo iba de mal a peor, llegó a intentar el suicidio. En medio de esta situación, Yessica fue invitada a participar de los servicios de fe en la Universal. Participando, ella oyó hablar sobre el Ayuno de Daniel y tomó la decisión de participar. Acompañe la historia de vida de Yessica y cómo está su vida el día de hoy después de haber recibido el Espíritu Santo.