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Su vida estuvo dominada por las tinieblas desde muy temprana edad

Cuando menos lo pensó consumió estupefacientes aún más destructivos

Su vida estuvo dominada por las tinieblas desde muy temprana edad

La vida de Jesús Enrique estuvo dominada por las tinieblas desde muy temprana edad, siendo tan solo un niño, fue testigo de cómo sus padres fueron consumidos por una terrible enfermedad que terminó arrancándolos de su lado para siempre. Al estar solo en el mundo le tocaba vagar de casa en casa siendo su custodia repartida entre diferentes familiares, esa inestabilidad familiar le causó una depresión, sentía que, tras perder a sus progenitores, el mundo se había acabado para él.

Jesús Enrique asumió una conducta rebelde, siendo ya un adolescente se inclinó por el consumo de alcohol y cigarrillos, luego escaló a la marihuana y cuando menos lo pensó estaba introduciendo a su cuerpo estupefacientes aún mucho más destructivos para su salud. Para él era solo la forma más fácil que había encontrado para despegarse de su realidad, aquella en la que sentía que no tenía ni motivaciones u objetivos para vivir.

Luis Enrique se encontraba ofuscado en la vida, pensando que se había quedado sin un espacio en este mundo, se había entregado a una vida de abandono y adoptó las calles como su nuevo techo, uno donde estaba expuesto al hambre, las enfermedades y el peligro.

Tuvo la oportunidad de salir de aquella oscuridad en la que se encontraba gracias a que, con valor y decidido por dar ese gran paso hacia el cambio, asistió a un centro de ayuda de la Iglesia Universal y a través de su partición los viernes, logró gracias de las cadenas de liberación disipar esas tinieblas que durante tantos años mantuvieron su vida sumergida en desgracias.

Gracias a la guía que ha logrado conseguir a través de sus oraciones, logró recibir en su corazón al Espíritu Santo, el cual le ha hecho redescubrir sus planes y objetivos en esta aun temprana vida. Se encuentran listo para, junto al sendero de Dios, comenzar a trabajar en su proyecto de vida.

Testimonio Luis Enrique.

 

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