Noticias | - 3:31 pm
Ahí fue donde todo mi mundo se llenó de luz porque no solo obtuve mi sanidad sino mi liberación de todos los pensamientos negativos
-A la edad de 8 años comencé a presentar problemas en mi salud. A partir de ese momento mi madre empezó a llevarme a revisión porque se me detectó que tenía un gusano en la cabeza.
–Las consecuencias no se tardaron en aparecer, ya que este gusano produjo que el tímpano de mi oído izquierdo se afectará. A causa de esta molestia yo empecé a sentir intensos dolores en mi cabeza, lo que provocó que una parte de mi cerebro se dañara.
–Sin embargo, un dolor mayor vendría a mi vida cuando fui diagnosticada con cáncer en mi ojo izquierdo y para empeorar más mi situación también fui diagnosticada con tiroides.
–Todo parecía que era mi fin y que iba a morir enferma porque si no era un dolor que aparecía, era otra molestia, ya que también padecía de artritis y de cuatro úlceras gástricas.
–Los doctores de su parte no se explicaba porque sufría de esta manera porque médicamente se había hecho de todo lo que estaba al alcance de ellos, pero, infelizmente los resultados no eran lo que ellos se esperan.
–Sin esperanza y con una vida destruida me encontraba cuando conocí de la Universal.
–Aquí fue donde comencé a perseverar en los servicios de fe. Haciendo pruebas con Dios y al poner en práctica todo lo que me estaban enseñando obtuve la valentía para vencer el miedo de sacrificar y fue ahí donde me lancé creyendo que el milagro que tanto anhelaba en mi vida iba acontecer en el momento que entregará mi confianza en las Manos de Dios.
–Así fue como por fin los resultados positivos se manifestaron porque Dios me sanó del cáncer y de todas las otras enfermedades que tenía antes de conocer de la Universal.
–Ahora descubrí que no existe ningún imposible cuando uno deposita su confianza total en las Manos de Dios.
–Lo mejor de todo sucedió cuando recibí el Espíritu Santo. Ahí fue donde todo mi mundo se llenó de luz porque no solo obtuve mi sanidad sino mi liberación de todos los pensamientos negativos. Ahora tengo fuerzas y muchas ganas para seguir viviendo.
Testimonio Amanda González.