Noticias | - 4:47 pm
Hay quienes esperan que todo lo haga Dios, como si la fe fuera una especie de boleto directo al milagro. Pero la fe no es una excusa para la inacción ni un atajo que reemplaza el esfuerzo. La fe, en realidad, es una herramienta. Y como toda herramienta, solo tiene poder cuando se usa.
Creer es fundamental. Clamar a Dios, confiar en Su poder y esperar Su intervención es parte de la vida espiritual. Pero si la fe no va acompañada de acción, queda estancada en el terreno de las buenas intenciones. No puedes decir que Dios no respondió a tus oraciones si nunca hiciste nada para mover la rueda. Porque aunque el cielo escuche, es la fe puesta en movimiento la que lo conmueve.
La Biblia lo deja claro: “El hombre es justificado por las obras, y no solo por la fe” (Santiago 2:24). Esto no niega la importancia de creer, sino que nos recuerda que la verdadera fe no se queda quieta. No basta con sentir algo en el corazón ni con escuchar un mensaje poderoso. La fe requiere una respuesta. Requiere acción.
Dios no tiene favoritos. No hay una fila secreta ni un orden privilegiado para recibir Su intervención. Lo que llama Su atención no es la posición social ni los años dentro de una iglesia, sino una fe viva, obediente y decidida. La fe que se mueve, que toca, que grita, que actúa, es la que abre camino al milagro.
Las Escrituras están llenas de ejemplos que confirman esta verdad. No fue el deseo de sanar lo que transformó la vida de la mujer con flujo de sangre, sino su determinación de abrirse paso entre la multitud y tocar el manto de Jesús. No fue el simple hecho de creer lo que cambió la historia de Bartimeo, sino su insistencia al clamar, su negativa a quedarse callado hasta ser escuchado. Ambos creyeron, sí, pero también se movieron. Ambos pusieron su fe en acción.
Muchos desean ver la obra terminada, el cuadro completo de lo que Dios puede hacer. Pero olvidan que, aunque Dios tiene la visión entera, nosotros somos responsables de colocar las piezas. Cada oración sincera, cada paso de obediencia, cada decisión alineada con la Palabra es una pincelada más en el lienzo de nuestra historia.
No se trata solo de esperar que algo suceda. Se trata de responder al llamado, de caminar hacia la promesa, de actuar conforme a la fe que decimos tener. Porque la fe que no se traduce en movimiento es solo una idea suspendida en el aire.
No ignores la alarma espiritual que Dios pone en tu corazón. No te conformes con sentir, con escuchar, con soñar. Dios quiere hacer justicia en tu vida, pero no lo hará mientras permanezcas inmóvil. Muévete. Cree. Actúa. Solo entonces verás lo que la fe, bien usada, puede realmente desatar.
Los coordinadores están más que felices de iniciar propósitos especiales para que los jóvenes experimenten un crecimiento espiritual. Música, comida y juegos sanos siempre estarán presentes, para que puedan formar amistades que provienen de Dios.
Si desea más información sobre las actividades realizado a través de los proyectos que forman parte de YPG, visítenos en el 625 S Bonnie Brae St Los Ángeles, CA 90057, o en la Universal más cercana. También puede encontrar información sobre YPG en los Estados Unidos siguiéndonos en las siguientes plataformas:
Facebook: YPG FB
Instagram: YPG IG