El Cielo nuevo y la Tierra nueva

Y vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existe. — Apocalipsis 21:1

Después de que todos los juicios fueron consumados, y cuando ya no existía ninguna sombra del mal, el apóstol Juan fue llevado a ver la gloria del Cielo nuevo y de la Tierra nueva. El Cielo y la Tierra que habían sido creados por Dios en el principio de todo desaparecieron totalmente y “ni se halló ya lugar para ellos”. Surgieron, entonces, un Cielo nuevo y una Tierra nueva.

El Cielo antiguo y la Tierra antigua eran conocidos por Satanás y sus seguidores; pero al Cielo nuevo y a la Tierra nueva no tuvieron acceso ni oportunidad de imaginarlos. Todo se hizo perfectamente nuevo para la habitación de Dios y de Sus hijos amados, cuyos nombres estaban en el Libro de la Vida. ¡En este exacto momento, el Señor Jesús está preparándonos ese lugar!

Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, preparada como una novia ataviada para su

esposo. — Apocalipsis 21:2

La Nueva Jerusalén no será edificada por manos humanas ni angelicales, sino por la propia mano de Dios. Esta ciudad aguarda a todos los que han vencido al mundo, al diablo y a sí mismos. Quien es salvo vive todos los días preparándose para entrar un día a esta ciudad; este es su objetivo principal: “Porque no tenemos aquí una ciudad permanente, sino que buscamos la que está por venir” (hebreos 13:14).

Continuará…

Libro: La Tierra va a Prenderse Fuego

Autor: Obispo Renato Cardoso