Noticias | - 7:21 pm
Es como si, en todo el mundo, ningún problema fuese tan complicado como el suyo. Usted incluso logra ver problemas peores en otras personas, pero sus ojos inmediatamente se dirigen a algo que hace que el suyo parezca tener menos solución, o su atención se desvía hacia alguna ventaja que la persona tiene sobre usted.
El muchacho es tetrapléjico, pero está venciendo en la vida porque, a pesar de todo, tuvo una familia unida. En cambio, yo—piensa usted—nací en un hogar sin estructura, tuve una infancia complicada… O la joven tuvo una infancia difícil y hoy venció en la vida, pero también—argumenta usted—tuvo suerte porque pudo estudiar mientras trabajaba. Yo tuve problemas de salud y no pude terminar la universidad. Así, dando excusas para su fracaso, usted se entrena para nunca encontrar una salida a sus problemas.
Porque eso es lo que hace la queja con la persona: la aprisiona en una secuencia infinita de fracases. Usted va creando un modelo de desgracia en su vida, sin darse cuenta. Y lo contrario también es verdad. Cuando deja de quejarse y se concentra en lo que puede hacer para resolver el problema, empieza a crear un modelo de éxito que va a transformar su vida.
Continuará…
Libro:50 Tonos para el Exito
Autor: Jadson, Santos Edington