Noticias | - 2:03 pm
Todos dudamos en algún momento, sin importar la edad. Y de esas dudas nacen preguntas que muchos nos hacemos:
– ¿Por qué nací?
– ¿Por qué soy así?
– ¿Por qué me pasó esto?
“No pierdan, pues, su confianza, porque ella les traerá una gran recompensa”
(Hebreos 10:35)
Tener confianza es creer en alguien o en algo sin dudar. Y aunque vengan los problemas, no debemos perderla. Según el versículo, tener confianza es soltar tus dudas y preguntas, porque eso te lleva a encontrar la recompensa, o mejor dicho, la respuesta.
El “¿por qué?” se convierte en un “¿para qué?”. Esa es la señal de que hay confianza y deseo de conocer más a Dios.
La Biblia está llena de historias con preguntas como las nuestras. Mira a José de Egipto: su familia lo rechazó, lo vendieron y terminó en la cárcel. Aun así, él confió y, en lugar de rendirse caminó hacia su propósito. “Ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios cambió ese mal en bien para hacer lo que hoy vemos: para salvar la vida de mucha gente” (Génesis 50:20).
José pasó por mucho, pero nunca perdió su confianza en Dios. Él sabía que todo tenía un propósito. Al final, cuando se realizó lo que Dios deseaba, llegó su recompensa y también las respuestas a todas las preguntas que sin duda aparecieron en su mente durante cada dificultad.
A veces te preguntas: ¿por qué me humillan?, ¿por qué mi familia no me escucha?, ¿por qué me siento tan solo?
“Ustedes necesitan tener fortaleza en el sufrimiento, para hacer la voluntad de Dios y recibir así lo que Él ha prometido”
(Hebreos 10:36) Dios nos hace la misma promesa que le hizo a José: si tenemos una relación real con Él, nos va a dar todo lo que prometió — amor, paz, alegría, paciencia, dominio propio, fe, humildad y, lo más grande: Su Espíritu Santo.
Confíe, porque la respuesta va a llegar… en el momento perfecto.
Semanalmente, el grupo TPG realiza actividades divertidas para todos los teens. Esta semana se enfocaron en preguntas que a veces se quedan sin respuesta en el momento. Los teens invitaron a sus padres a una convivencia especial. Después de compartir los alimentos, hubo una palabra de fe donde se trataron temas como los que abordamos en este artículo. También hubo juegos y premios. ¡Fue un momento de mucha diversión y bendición para todos los que participaron!
Todos los coordinadores están más que felices de responder cualquier duda que tengan los jóvenes y los padres. Una vez aclaradas todas las preguntas, se les guía en una oración especial en la que se busca al Espíritu Santo. Todos los padres también son bienvenidos a participar.
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