Noticias | - 2:31 pm
¿Estás viviendo con propósito o solo dejando que pasen los días? Todos tenemos metas… y cada quien va a su ritmo. Pero cuando hablamos de propósito, nos referimos a eso que te motiva, lo que te da razones para levantarte y darle con todo. Por ejemplo, ser buen estudiante está bien, pero eso no significa que ya sepas qué quieres hacer con tu vida. Ahí es donde muchos se quedan estancados… porque no se trata solo de hacer las cosas por hacerlas. Hay que tener un propósito, algo que te dé dirección y una base en la cual apoyarte.
El Señor Jesús nos enseño así: “Yo soy la vid, ustedes las ramas. El que permanece en mí y yo en él, este lleva mucho fruto. Pero separados de mí nada pueden hacer.” (Juan 15:5).
¿Qué es la vid? La vid funciona como un sistema de tuberías que lleva agua y nutrientes desde la raíz hasta las ramas y hojas. Es como el motor que hace que toda la planta crezca con poder. Jesús usó esta comparación: “Yo soy la vid, ustedes las ramas”. O sea, si no estamos conectados a algo más grande que nosotros, poco a poco nos vamos apagando por dentro. Él hablaba de una conexión real, constante, que te da energía, dirección y propósito. No se trata solo de hacer cosas por hacerlas o de tener mil metas. Se trata de estar en sintonía con una fuente que te mantiene firme por dentro. Y cuando estás así, bien enfocado y conectado, es ahí donde empieza a moverse algo más grande en ti — una fuerza que te guía, te transforma y te empuja hacia algo que sí vale la pena.
Pero, ¿qué significa tener un propósito? “El que se queda conectado conmigo…” La palabra permanecer es como decir estar pegado, unido, conectado o no soltarse. Jesús quiere que tengamos una relación real y constante con Él, como una rama que siempre recibe energía y fuerza del árbol al que está unida. Sin esa conexión, nos apagamos por dentro.
¿Qué resultado trae vivir con ese tipo de propósito? “…lleva mucho fruto…” El fruto es lo que sale de su vida cuando vive con propósito. En esta enseñanza, se trata de estar conectado con Jesús. Los resultados de seguirlo son: amor, alegría, paz, paciencia, tratar bien a los demás, fe y control propio (Gálatas 5:22–23). Estos frutos siempre van a abrir la puerta al éxito.
¿Qué pasa cuando no tenemos un propósito? Si la rama se separa de la vid… se seca. Jesús lo dijo claro: sin propósito, no hay avance real. Puedes tener mil metas, pero eso no garantiza éxito. Lo importante no es solo hacer cosas, sino permanecer conectados… ahí es donde el Espíritu Santo empieza a obrar.
No dejes que el mal te desconecte de tu propósito. Quédate pegado a Jesús… ahí es donde todo empieza a fluir.
Una vez al mes, el YPG se junta en una vigilia con todo el estado de California. Este pasado viernes, varias iglesias se reunieron en el templo de Reseda para hablar de algo clave: vivir con propósito. La noche estuvo llena de momentos reales — reflexión, búsqueda, respeto — pero, sobre todo, fue una oportunidad para acercarse más a Dios y entender el porqué de todo. También hubo bautismos en agua para los que decidieron dar ese paso tan importante.
Los coordinadores están más que felices de iniciar propósitos especiales para que los jóvenes experimenten un crecimiento espiritual. Música, comida y juegos sanos siempre estarán presentes, para que puedan formar amistades que provienen de Dios.
Si desea más información sobre las actividades realizado a través de los proyectos que forman parte de YPG, visítenos en el 625 S Bonnie Brae St Los Ángeles, CA 90057, o en la Universal más cercana. También puede encontrar información sobre YPG en los Estados Unidos siguiéndonos en las siguientes plataformas:
Facebook: YPG FB
Instagram: YPG IG