Noticias | - 12:19 pm
El trabajo de evangelización continúa extendiéndose por todo el territorio estadounidense, alcanzando a miles de personas y tocando corazones a través de la proclamación del evangelio. Los grupos de voluntarios de EVG salen a las calles con una misión clara: llevar la Palabra de Dios a aquellos que más lo necesitan, especialmente a aquellos que atraviesan momentos de sufrimiento y desesperanza. Su labor no solo es un acto de servicio, sino una herramienta poderosa para despertar la fe en los corazones de quienes escuchan el mensaje.
El versículo de Romanos 10:17 nos recuerda una verdad fundamental: “Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo”. Este versículo subraya que la fe no es algo que se pueda generar por esfuerzo propio, sino que es un don divino que se recibe cuando se escucha el mensaje de Jesucristo. La fe se despierta en el alma a través de la Palabra de Dios, y cuando esta es proclamada, la vida de las personas son transformadas.
Cada vez que un voluntario comparte la Palabra en las calles, se está ofreciendo una oportunidad de cambio. A través de la predicación, la fe tiene la posibilidad de ser sembrada en el corazón de aquellos que, quizás por años, han estado alejados de Dios o han sufrido de manera silenciosa. La Palabra de Cristo tiene el poder de sanar, restaurar y dar una nueva perspectiva de vida.
Este trabajo de evangelización tiene un propósito claro: alcanzar a aquellos que necesitan escuchar el mensaje de esperanza y salvación que sólo Cristo puede ofrecer. En cada palabra pronunciada, hay una oportunidad para que alguien crea y su vida sea transformada, cumpliendo así la misión que Cristo dejó a sus seguidores.