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En TPG, creemos firmemente que el respeto es un valor esencial que debe ser sembrado desde una edad temprana. Por eso, no solo enseñamos a nuestros niños y adolescentes a tratarse con dignidad entre ellos y a valorarse a sí mismos, sino que también los guiamos a extender ese mismo respeto hacia las generaciones que los han precedido. En una cultura donde muchas veces se deja de lado a los mayores, nosotros buscamos recuperar lo que Dios ha establecido desde el principio: una comunidad donde todas las edades sean honradas y valoradas.
La Palabra de Dios nos da una instrucción clara en Levítico 19:32, donde dice: “Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano, y de tu Dios tendrás temor; yo soy el Señor.” Este versículo es poderoso y profundo. Nos recuerda que mostrar respeto hacia los ancianos no es simplemente una costumbre social o una cortesía educada, sino un acto de reverencia y obediencia hacia Dios mismo. Levantarse ante las canas y honrar el rostro del anciano es reconocer la sabiduría, la experiencia y el valor de una vida vivida. Es entender que cada arruga cuenta una historia y cada mirada lleva consigo años de aprendizaje, lucha y fe.
Guiados por esta verdad, organizamos una actividad especial con el grupo TPG durante uno de nuestros domingos de conexión. Visitaron un asilo de ancianos. Fue una experiencia diferente, tanto para los preadolescentes como para los adultos mayores que los recibieron. Los chicos se prepararon con entusiasmo, ensayaron una pequeña obra con un mensaje edificante y llevaron materiales para realizar una actividad creativa junto a los residentes del lugar: decorar tazas personalizadas.
Muchos de ellos nunca habían estado en un lugar así, y la experiencia los marcó profundamente. Se formaron conversaciones genuinas, risas compartidas y hasta momentos de silencio llenos de ternura, mientras los preadolescentes ayudaban a decorar cada taza. Los adultos mayores se sintieron acompañados, vistos y, sobre todo, valorados.
Al final del día, tanto los preadolescentes como los mayores de edad estaban visiblemente conmovidos. Fue una jornada llena de emociones, aprendizaje y bendición.
En un mundo que a menudo corre demasiado rápido como para detenerse a escuchar, momentos como este nos recuerdan el poder de la conexión, del servicio y del amor que honra a Dios a través del respeto a los demás. Y así, una simple visita se convierte en una lección de vida que trasciende generaciones.
Todos los coordinadores están más que felices de responder cualquier duda que tengan los jóvenes y los padres. Una vez aclaradas todas las preguntas, se les guía en una oración especial en la que se busca al Espíritu Santo. Todos los padres también son bienvenidos a participar.
Si usted le gustaría informarse más sobre el TPG y el trabajo social y evangelístico que se realiza con los preadolescentes, acompáñenos en el 625 S Bonnie Brae St Los Ángeles, CA 90057 o en la Universal más cercana a usted. Incluso, si quiere mantenerse al tanto de todo lo que realiza el TPG en la unión estadounidense, acompáñanos a través de las siguientes plataformas:
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