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La Santa Cena es un acto simbólico en el que se come pan y se bebe jugo de uva para recordar el sacrificio que el Señor Jesús hizo en la cruz.
Este acto de fe se basa en la Última Cena que Jesús compartió con sus discípulos.
Espiritualmente, la Santa Cena representa:
• Un nuevo pacto con Dios
• Perdón
• Salvación
• Renuevo espiritual
La Santa Cena es un momento espiritual que el Señor Jesús nos dejó para que nos evaluemos y reflexionemos sobre cómo está nuestra relación con Él. Examinarse y pensar con sinceridad son pasos clave para crecer espiritualmente y confirmar si realmente estamos viviendo ese pacto con Dios.
La Palabra dice así:
“Mientras comían, Jesús tomó pan, y habiéndolo bendecido, lo partió, y dándoselo a los discípulos, dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Y tomando una copa, y habiendo dado gracias, se la dio, diciendo: Bebed todos de ella; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que es derramada por muchos para el perdón de los pecados” (Mateo 26:26-28).
Según la Palabra, la sangre derramada del nuevo pacto es para el perdón de los pecados de “muchos”, pero no de todos.
“Por lo tanto, cualquiera que coma este pan o beba de esta copa del Señor en forma indigna es culpable de pecar contra el cuerpo y la sangre del Señor. Por esta razón, cada uno debería examinarse a sí mismo antes de comer el pan y beber de la copa. Pues, si alguno come el pan y bebe de la copa sin honrar el cuerpo de Cristo, come y bebe el juicio de Dios sobre sí mismo” (1 Corintios 11:27-29).
Las palabras “indignamente”, “culpable” y “juicio” nos muestran que la Santa Cena no es un simple ritual, sino un acto sagrado reservado para el justo: aquel que ha sido escogido por Dios.
El justo no es quien nunca falla, pues como seres humanos somos propensos a errar. Pero hay una gran diferencia entre cometer un pecado y vivir en él. El justo es quien, día tras día, renuncia a los deseos de su carne para agradar al Espíritu Santo. Es quien lucha por mantenerse limpio, aún en un mundo sucio.
Si uno está viviendo la vida del escogido, es justo porque obedece lo que está escrito.
La Santa Cena es un momento que Jesús nos dejó para examinarnos: para ver si estamos viviendo en justicia. Y si no lo estamos, reflexionar sobre lo que debemos cambiar para formar parte de esta alianza.
Quien ha entendido el valor del sacrificio de Jesús no lo toma a la ligera. Al contrario: lo honra y lo agradece con su vida, con sus decisiones y con su entrega.
Este domingo se estará realizando la Santa Cena a las 7 a.m., especialmente a las 10 a.m., 3 p.m. y 6 p.m., en el Santuario de la Familia de Dios, ubicado en 625 S Bonnie Brae St, Los Ángeles, CA 90057, o en la Universal más cercana a usted. Le extendemos la invitación a participar de esta gran bendición. ¡Será un gusto recibirle!
