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Las habilidades de un líder

Las habilidades de un líder

¿Qué son las habilidades blandas?

Las habilidades blandas son la manera en que nos relacionamos con otros: comunicarnos, tener empatía, adaptarnos, trabajar en equipo, desarrollar inteligencia emocional y resolver problemas.

Tradicionalmente, los líderes fueron valorados por su autoridad, habilidades técnicas o por el poder de tomar decisiones. Pero aquí está el primer detalle: las habilidades técnicas son distintas a las blandas. Las habilidades técnicas pueden estar ligadas a ciertos trabajos, pero si hay un cambio de empleo, tal vez no sean transferibles.

Las habilidades blandas, en cambio, se consideran más universales porque nos permiten adaptarnos al rol que tengamos que asumir.

¿Qué nos dice la Biblia sobre cómo debe ser un líder?

“Sepan, mis amados hermanos: Todo hombre sea pronto para oír, lento para hablar y lento para la ira” (Santiago 1:19).

Según este versículo, un buen líder debe tener tres características:

  • Escuchar más (con atención).
  • Hablar menos (con sabiduría).
  • Enojarse despacio (con autocontrol).

Escuchar más implica tener una actitud de escucha activa. Cuando uno escucha, demuestra humildad, sabiduría y respeto hacia los demás. Escuchar con atención también significa estar receptivo a la voz de Dios a través de la Biblia.

Hablar menos, o con sabiduría, implica ser consciente de lo que se dice: reduce errores, evita hablar desde la emoción, previene ofender y permite expresar la verdad. La Biblia nos recuerda que la sabiduría se demuestra en la prudencia y en saber cuándo callar. Hablar menos nos da espacio para reflexionar antes de responder.

Enojarse despacio demuestra autocontrol de uno mismo y de sus emociones. El enojo puede fácilmente llevarnos a cometer errores (pecado). Cuando alguien muestra paciencia y dominio propio, refleja que tiene los frutos del Espíritu Santo (Gálatas 5:22-23). Esto nos enseña que reaccionar con calma al enojarse refleja fe en Dios y madurez espiritual, porque se confía en que Él siempre va a arreglar el problema.

El liderazgo según Dios

Las tres características mencionadas son la base de donde nacen las habilidades blandas. El líder de Dios siempre ha tenido que entender la necesidad del pueblo y aquello que cuida. Esto significa que el líder debe inspirar con lo que está escrito, discipular y guiar en lugar de solo mandar. Es como un patrón: aunque exista un acuerdo de trabajo, eso no significa que el empleador no pueda escuchar, comprender situaciones y ayudar en el crecimiento.

Hoy en día, al “líder de Dios” se le suele llamar un “líder moderno”, aunque un líder con buenas habilidades no es algo nuevo. Es algo de lo que siempre se ha hablado en la Biblia y un llamado que siempre se ha exigido.

El ejemplo perfecto de líder siempre va a ser Jesús. Pero también vemos en la Biblia a hombres como el rey Salomón y Moisés, quienes, cuando eran guiados por Dios, mostraban este tipo de liderazgo lleno de sabiduría y servicio.

Estos ejemplos nos recuerdan que el liderazgo verdadero no depende de títulos, sino de carácter y de dejarse moldear por Dios.

La pregunta es: ¿Está dejando que estos atributos sean la base de un liderazgo que hace la diferencia?