La Puerta Nueva

Mundialmente, la Universal, por primera vez en su historia, comenzará un propósito especial denominado: “La Bendición de las 7 Puertas de Jerusalén.” Esta semana, hablaremos de la Puerta Nueva.

La Puerta Nueva está situada al noroeste de la Antigua Jerusalén, cerca de la Puerta de Damasco. Recibió su nombre porque es la puerta más reciente agregada a las murallas de Jerusalén.

Históricamente, esta puerta fue construida para que los seguidores de Dios tuvieran un acceso más rápido a la Antigua Jerusalén, con el fin de adorar y escuchar la Palabra de Dios.

Sin embargo, la Puerta Nueva también fue edificada como un símbolo de la Nueva Alianza y de la invitación espiritual que el Señor Jesús vino a hacerles a todos.

Un Nuevo Pueblo en Cristo

La Palabra nos revela así: “Pues Cristo mismo nos ha traído la paz. Él unió a judíos y a gentiles en un solo pueblo cuando, por medio de su cuerpo en la cruz, derribó el muro de hostilidad que nos separaba. Lo logró al poner fin al sistema de leyes de mandamientos y ordenanzas. Hizo la paz entre judíos y gentiles al crear de los dos grupos un nuevo pueblo en él. Cristo reconcilió a ambos grupos con Dios en un solo cuerpo por medio de su muerte en la cruz, y la hostilidad que había entre nosotros quedó destruida” (Efesios 2:14-16).

Según la Palabra, el Señor Jesús deshizo el muro de hostilidad a través de Su sacrificio para unirnos y darnos paz. Esta unión tenía el propósito de reunir a todas las naciones en una sola fe, que es estar en Él.

En otras palabras, a través de Su sacrificio, Él quebró cualquier duda que había en la fe, porque fue en ese momento cuando se cumplió la profecía de Su sacrificio.

La Puerta Nueva es el símbolo de este nuevo pueblo, porque es allí donde la Nueva Alianza se materializa. Su materialización se daba a través de todos aquellos que pasaban por la Puerta para escuchar Su Palabra, pues quienes entraban lo hacían unidos en la misma fe.

¿Podrán Todos Entrar por la Puerta?

La Palabra nos enseña así: “Entrad por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y amplia es la senda que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella” (Mateo 7:13).

Según la Palabra, la puerta del mal es grande, ancha y muy fácil de cruzar; por eso, muchos deciden caminar por ella.

En tiempos antiguos, llegar a cualquiera de las puertas que Dios había puesto era muy difícil, especialmente para quienes venían de lejos, eran extranjeros o vivían a las afueras de la ciudad de Jerusalén.

La razón era que todas estaban muy separadas entre sí o los caminos eran un poco peligrosos, humanamente hablando.

Pero ahí está el punto: la Puerta de la Liberación, o la Nueva Puerta, es difícil de atravesar para muchos, mientras que la puerta del mal es muy fácil de cruzar.

El Sacrificio de Cruzar la Puerta

Para muchos, es difícil atravesar esta puerta porque requiere sacrificio.

Así como el Señor Jesús dio Su vida, Él quiere que uno también entregue la suya, espiritualmente hablando.

Esto significa que, para cruzar la Puerta de la Salvación o de la Nueva Alianza, uno debe sacrificar las cosas que no le agradan a Dios para poder tener una vida próspera y sobrenatural en todos los aspectos.

Imagínese, en los tiempos antiguos, las personas incluso cruzaban desiertos para alcanzar cualquiera de las puertas de Jerusalén, y además de eso, ayunaban en desesperación para oír la Palabra en congregación.

¿Qué Sucede Cuando uno Cruza esta Puerta?

La Palabra dice así: “Les daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de ustedes. Les quitaré ese terco corazón de piedra y les daré un corazón tierno y receptivo” (Ezequiel 36:26).

Ahí está el punto clave: cuando uno pasa por esta puerta y reconoce que quiere tener un compromiso con Él y aceptar esta Alianza, es cuando se convierte en una bendición. Es decir, Él le dará un renuevo completo, pero uno debe desearlo. Se repite, la puerta del mal es muy fácil de cruzar, pero llevará a la miseria a quien la elija.

La del Señor, humanamente hablando, tal vez al comienzo parezca difícil, pero cuando uno hace esta Alianza o pacto con Él, uno mismo se convertirá en una bendición.

Recuerde, nada es obligado; todos podemos decidir qué puerta usar, pero el Señor siempre espera a uno para convertirlo en una bendición.

Siga esta serie especial, donde se estará revelando el significado de cada puerta. Semana pasada:La Puerta de Damasco

Participe este domingo 2 de marzo de 2025 a las 7 a.m., especialmente a las 10 a.m., 3 p.m. y 6 p.m., en el Templo de los Milagros, ubicado en 625 S Bonnie Brae St, Los Ángeles, CA 90057, o en la Universal más cercana a usted, donde se estará hablando de este gran propósito: La Bendición de las 7 Puertas de Jerusalén.