Noticias | - 5:56 pm
En el último artículo reflexionamos sobre lo positivo y las bendiciones en nuestras vidas. En esta ocasión, hablaremos sobre las amistades que debemos cuidar.
Antes que todo, quiero que sepa que, si una amistad no concuerda con su fe, simplemente no es una amistad saludable ni para usted ni para la otra persona, porque siempre habrá conflictos relacionados con la fe. Esto no significa que uno no deba tener amistades, pero sí que uno tiene la necesidad de amistades dentro de la fe. Es por esa razón que el Señor nos enseña a vivir una fe congregada, para que podamos ayudarnos unos a otros como verdaderos hermanos en la fe.
Reflexione sobre la siguiente pregunta de la semana:
La Palabra nos enseña así sobre este tema:
“El que anda con sabios será sabio, pero el compañero de los necios sufrirá daño” (Proverbios 13:20).
En otras palabras, con quién compartimos nuestro caminar es de suma importancia, porque algunas amistades pueden debilitar nuestra fe. La verdadera amistad siempre comienza con el Señor, y aquellas personas que Él pone en nuestro camino son regalos que Él ha escogido cuidadosamente para nuestro bien espiritual.
El mundo siempre nos va a ofrecer amistades que desvían y debilitan nuestra fe. Muchos hemos sufrido por esa amistad que no queremos dejar ir por costumbre, aunque sabemos que no nos hace bien. Esa amistad no se trata de una falta de cariño, sino de que nos empuja a hacer el mal o a tomar decisiones de las que, eventualmente, terminamos arrepintiéndonos. Y no hablamos del tipo de arrepentimiento que nace del deseo de pedirle perdón a Dios, sino de aquel que llega cuando uno cae en una situación en la que nunca quiso estar.
La Palabra nos dice:
“En todo tiempo ama el amigo, y el hermano nace para tiempo de angustia” (Proverbios 17:17).
El propósito de una amistad en la fe es que podamos fortalecernos unos a otros. Todos vamos a tener momentos de angustia o momentos en los que será difícil ver la perspectiva de Dios. Pero es en esos momentos cuando, si uno tiene una amistad en la fe, esa persona podrá brindarle un buen testimonio o una sugerencia basada en la Palabra, porque todos pasamos por diferentes situaciones en todo momento. Usted también va a servirle a alguien como un amigo en la fe.
Reflexione:
Recuérdese que, si una amistad no está alineada con lo de Dios, es posible que esa amistad no le haga bien. Las amistades puras y sobrenaturales provienen de Dios.
Si le gusta esta serie, por favor sígala, comenzando con la primera: 15 Preguntas sobre el Cambio Total
La décima parte de nuestra serie: Lo Positivo