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El Fruto del Espíritu Santo: La Fidelidad

Estás caminando en el centro comercial con tu pareja y miras a alguien atractivo/a.

¿Cómo podemos saber que el Espíritu Santo nos ha revelado la fe verdadera, la fe bíblica?

Estás caminando en el centro comercial con tu pareja y miras a alguien atractivo/a. Tu pareja incluso lo menciona y te dice: “Qué linda se ve, ¿verdad?” Tú mueves la cabeza en señal de acuerdo. Tu pareja se distrae en una tienda, mientras tú te quedas afuera esperando, un poco pensativo/a, reflexionando sobre tu relación. En ese momento, te topas con la persona atractiva que viste anteriormente. La persona se detiene, captura tu atención con los ojos y te sonríe. Te entrega un papelito con su número y una nota que dice “llámame”. Comienzas a pensar que tu relación con tu pareja se ha vuelto aburrida. Incluso empiezas a pensar que ya no la consideras físicamente atractiva.

El día pasa, tu pareja se queda dormida y tú decides enviarle un mensaje a la persona atractiva que te dio su número.

En ese momento tu mi amigo/a te has vuelto infiel.

¿Qué es la fidelidad?

En el mundo, existen muchas definiciones para la fidelidad. Algunas personas piensan que la fidelidad es simplemente algo físico entre parejas. Otras personas consideran que la fidelidad es únicamente una conexión emocional que no se comparte con nadie más. También está la fidelidad práctica, que es un valor moral denotado como lealtad y compromiso de una persona hacia otra.

Sin embargo, la fidelidad es una acción y actitud de confianza.

La fidelidad comienza con nuestras acciones. Por lo tanto, la Palabra de Dios nos guía: “Mantengámonos firmes, sin dudar, en la esperanza de la fe que profesamos, porque Dios cumplirá la promesa que nos ha hecho” (Hebreos 10:23). En referencia a este versículo, se utiliza la palabra “Mantengámonos” para denotar que uno debe comprometerse a permanecer fiel.

Además, para ser “firme” o fiel, es necesario estar “sin dudar”, es decir, tener confianza. Asimismo, el versículo menciona “esperanza de la fe que profesamos”, lo cual nos indica que para ser fieles también debemos ser honestos en nuestras palabras y acciones. Por ejemplo, una de las prácticas cristianas es el ayuno, que es un momento donde sacrificamos para demostrar nuestra fidelidad mediante el compromiso que hemos asumido, la confianza que esperamos obtener y la honestidad tanto en el cumplimiento como en la ausencia de dudas.

La Palabra de Dios nos confirma: “¿De qué sirve, hermanos míos, si alguno dice que tiene fe, pero no tiene obras? ¿Acaso puede esa fe salvarlo?” (Santiago 2:14). Las obras más grandes de la fidelidad y la fe son nuestras acciones.

¿Qué es la fidelidad verdadera?

La palabra fidelidad, en su origen griego, denota una actitud de confianza y fe.

La fidelidad es una manifestación del carácter leal y fiel hacia el Señor Jesucristo, resultado de la confianza total depositada en Él.

A través de la conversión al Señor Jesús, el alma se vuelve dependiente de Él debido a su entrega total. Esto genera confianza, que a su vez da lugar a la fidelidad propiamente dicha.

Muchas personas cristianas han sido fieles al Señor Jesucristo cuando las condiciones son favorables; es decir, mientras todo está bien: cuando no falta dinero, cuando la familia está sana, etc. Ellas son leales al Señor Jesús, de la misma manera en que procedió Pedro mientras estaba con el Maestro.

Sin embargo, cuando surgen aflicciones, persecuciones, falta de dinero, etc., muchos dejan de mirar al Autor y Consumador de la fe y critican las condiciones en las que se encuentran. Es entonces cuando comienza el disgusto, la tristeza y, finalmente, se desvían hacia la infidelidad, que es consecuencia de la desconfianza y la duda.

Es fácil ser fiel cuando todo está bien, pero cuando las cosas van mal, la fidelidad se convierte en un tremendo sacrificio para muchos.

Los que el Espíritu Santo deposita en nosotros, a través de la fidelidad, superan cualquier barrera y obstáculo contrario a la fe. (Las obras de la carne y el fruto del Espíritu, Obispo Macedo)

Si usted o alguien que conoce desea encontrar La Fidelidad Verdadera, acompáñenos los miércoles con el estudio del Fruto del Espíritu Santo a las 7am, 10am, 4pm, principalmente 7pm en el 625 S Bonnie Brae St, Los Ángeles, CA 90057 o en la Universal más cercana a usted.

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