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En algún momento, todos sentimos la necesidad de compañía; queremos estar con la persona de nuestros sueños. Pero muchas veces esa persona no resulta ser la adecuada para nosotros.
Conexiones instintivas: La atracción física es lo primero que nota nuestro cerebro; esto está relacionado con nuestros instintos básicos de reproducción.
Comprobante de esta declaración: A nivel global, el 72% de los hombres y el 55% de las mujeres colocaron la atracción física entre sus tres principales prioridades en una pareja.
Hay muchas cosas que pueden influirnos, pero al final, es uno quien decide.
Ahora bien, no crea que las personas no desean estar con alguien de buen carácter. Los estudios también muestran que el 92% de las personas quieren estar con alguien así.
¿Por qué, entonces, no hay más personas que elijan por buen carácter?
Porque muchos se conforman con lo que ven y no conocen lo que es un buen carácter.
La Biblia nos ofrece esta guía:
“Porque todas las promesas de Dios son en él “sí” y, por tanto, también por medio de él decimos “amén” a Dios, para su gloria por medio nuestro” (2 Corintios 1:20).
Las promesas de Dios son salvación, perdón, provisión, ayuda, consuelo y vida eterna. Todo nace de Su carácter bueno, pues Él nos dio esto sin que se lo pidiéramos.
Y aquí está la conexión: así como confiamos en las promesas de Dios porque sabemos que Él cumple, también debemos aprender a elegir relaciones basadas en principios sólidos y no solo en lo que se ve.
El “sí” significa que, gracias al sacrificio de Jesús, todas las promesas de la Biblia son reales. No hay duda, porque Jesús cumplió. Por eso, todo en Cristo es “sí”.
Así como confiamos en eso, el “amén” significa que aceptamos esas promesas con fe. “Amén” es decir “así sea”. Es una acción de confianza.
Cuando confiamos, esa fe se refleja en nuestras decisiones. Y en las relaciones no debe ser diferente: si buscamos personas con el mismo carácter, también encontraremos estabilidad y verdadero amor.
Jesús es el mayor ejemplo de buen carácter. Y al acercarnos a Él, aprendemos a no conformarnos con lo común, sino a elegir lo que realmente transforma.
Sí’ es garantía y ‘Amén’ es confianza. Y esa misma certeza puede guiarle a tomar mejores decisiones, no solo con Dios, sino también con las personas con quienes comparte su vida.
Usted está invitado este jueves 31 de julio a participar de la Terapia del Amor, donde se hablará más sobre el tema del “Sí” y del “Amén”.
Horarios: 7am, 10am, 4pm y el principal a las 7pm, en el Santuario de la Familia de Dios, ubicado en 625 S Bonnie Brae St, Los Ángeles, CA 90057, o en la Iglesia Universal más cercana a usted.