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El ayuno de Daniel es un tiempo de entendimiento, sacrificio y oración. Cuando Daniel comenzó este ayuno inspirado por Dios, lo hizo para apartarse de todo lo material que este mundo tenía para ofrecer y así entender más lo espiritual.
Por eso la Biblia nos enseña así: “En aquella ocasión yo, Daniel, pasé tres semanas como si estuviera de luto. En todo ese tiempo no comí nada especial, ni probé carne ni vino, ni usé ningún perfume” (Daniel 10:2-3).
“De luto”: usted sabe que, cuando perdemos a alguien especial, no queremos saber de nada, o estamos de una u otra manera concentrados en procesar la pérdida de esa persona. Lo mismo ocurre en este ayuno: uno quiere dejar más la vieja criatura y ser fortalecido, lleno de Él.
Rasgos del Ayuno de Daniel de 21 días:
Daniel se separó de todo completamente para buscar la respuesta urgente del Señor. En la fe, es importante crear una separación entre lo físico, que es momentáneo, y lo espiritual, que es lo eterno.
Nosotros, aunque queramos o no, somos hechos de algo eterno: nuestra alma. Cuando este mundo nos separa de Dios, nos convertimos en desorden y perdemos el enfoque en lo que verdaderamente es importante: nuestra salvación.
Ahorita, toda la iglesia en todo el mundo ha estado en un solo Espíritu: la Caminata del Getsemaní, donde Jesús se separó para hacer la voluntad de Dios. Pero esa separación era para tomar la Copa de Ira en nuestro lugar, para que nosotros fuéramos salvos. Este es nuestro momento de sacrificar y tomar la copa de salvación, para que podamos recibir la respuesta de lo Alto y ser más de Él y menos de este mundo.
Haga su decisión y le invitamos a que entre en este ayuno, para que usted reciba la fortaleza del Señor y la respuesta urgente que está buscando.
Para más información, visítenos en 625 S Bonnie Brae St, Los Ángeles, CA 90057, o en la Universal más cercana a usted. También puede llamarnos al (800) 581-4141; estamos a su disposición.
