Noticias | - 4:19 pm
Cuando juntaban dinero su vehículo o alguna reparación en su casa y los obligaba a gastarlo
Antes de que Berenice Tapia y su familia llegaran a la Iglesia Universal vivían una vida de precariedad, sus problemas económicos los arropaban y se les hacía muy difícil controlar los ingresos en relación a sus gastos. A pesar de que su pareja obtuviera ingresos a través de dos trabajos e incluso ella trabajando para aumentar más, estos aun así no eran suficiente para cubrir los gastos que enfrentaban.
Se sentían muy frustrados al no poder cumplir tan siquiera con las necesidades básicas para su hija que siendo tan pequeña no entendía por qué sus padres no podían costearle ni ropa ni alimentos. Cuando lograban juntar algo de dinero ya fuera su vehículo o alguna reparación en su casa siempre aparecía y los obligaba a gastar el dinero y quedar igual o peor situación.
Al salir el sol cada día Berenice se sentía rodeada por las angustias puesto que mientras los días pasaban ni ella ni su pareja lograban resurgir y levantar su posición económica, la situación era tan crítica que ella sentía que el dinero se diluía entre sus dedos como agua.
Cuando Berenice Tapia conoció la Iglesia Universal pudo sentir como su familia tocaba en lo sagrado, puesto que al conocer como su fidelidad hacia Dios manifestada a través del diezmo podría ser la salida que tanto buscaba a todos aquellos problemas económicos que no los dejaban resurgir. Aquel 10% devuelto a Dios les hacía multiplicar el resto gracias a su voluntad a la hora de confiar en Dios.
Gracias a la guía del Espíritu Santo el repunte en sus vidas le permitió a su esposo dejar sus empleos para enfocarse en sus propios emprendimientos lo que les permite darse hoy todos los lujos antes soñados gracias a que cuenta con la bendición más grande, la de Dios.
Testimonio Berenice Tapia.
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