Noticias | - 3:18 pm
Seguiremos nuestra serie “Contestando las Preguntas.” En el último artículo hablamos sobre los Buenos Resultados. En esta ocasión, estaremos reflexionando sobre lo que es bueno para uno.
Antes de seguir leyendo, quiero que sepan que el Señor siempre quiere lo mejor para nosotros. Es por esa razón que Él nos guía de muchas maneras, con ejemplos de acciones y actitudes que debemos tomar para cuidarnos y mantenernos bien con Él y en nuestra vida.
La Palabra nos guía así: “Sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque este determina el rumbo de tu vida” (Proverbios 4:23).
El corazón, según la Palabra, no solo es el centro de nuestras emociones, sino también de nuestras intenciones y decisiones. Todas nuestras acciones y actitudes fluyen de lo que está en nuestro corazón. Es por eso que debemos mantenerlo limpio y tener disciplina para lograrlo. Recuerde, el corazón es lo que determina el rumbo que tomamos en nuestra vida, y es vital que lo guardemos. Si no cuidamos nuestro corazón, se llenará de cosas que tal vez no valgan la pena.
Para cuidar el corazón, es importante ser disciplinado y consciente de las acciones que tomamos diariamente. Por ejemplo, muchas personas comienzan a compararse con otros, y al ver que la vida de ellos parece mejor que la propia, esto puede llenar el corazón de cosas malignas como el odio, la envidia y el rencor. Sin embargo, podemos evitar alimentar pensamientos negativos dedicando tiempo diario a la oración, leyendo la Biblia y rodeándonos de personas con intereses edificantes.
Es por eso que la Palabra nos guía de esta manera: “Y ahora, amados hermanos, una cosa más para terminar. Concéntrense en todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo bello y todo lo admirable. Piensen en cosas excelentes y dignas de alabanza” (Filipenses 4:8). Los pensamientos son semillas que determinan el fruto que damos en nuestra vida. Es por esa razón que la Palabra nos motiva a mantener nuestros pensamientos en las cosas dignas que provienen de Dios, porque es de ahí de dónde vienen los frutos buenos. En otras palabras, cuando nos enfocamos en pensamientos justos y puros, nuestra vida comienza a producir paz, alegría y bendiciones.
La conexión entre la salud mental y espiritual es profunda. Cuando confiamos en las promesas de Dios y ponemos en práctica Sus enseñanzas, encontramos paz en medio de la adversidad. La paz es esencial para enfrentar cualquier dificultad emocional en la que nos encontremos y superarla.
Para continuar con nuestra reflexión, pasemos ahora a contestar la pregunta número dos del artículo “15 Preguntas sobre el Cambio Total,” que fue: “¿Qué hiciste que fue bueno para ti?”
Como podemos ver, lo más importante que uno puede hacer por sí mismo es cuidar su corazón y su mente, porque de ahí provienen todos los ataques espirituales y pensamientos negativos. La condición de uno es una de las cosas más importantes para el Señor, porque es ahí donde se indica si uno se mantendrá salvo. La salud mental es algo muy difícil, pero no imposible de vencer. Recuerde que el Señor siempre está dispuesto a ayudarnos a cuidar nuestro corazón y nuestra mente con Su Palabra.
Sin embargo, para que Él nos cuide, debemos dedicarle tiempo cada día, buscándolo en la oración y la meditación. Esto nos llenará por completo de lo bueno. Lo Bueno es Su Palabra. Cada esfuerzo que hagamos, incluso si es pequeño, será recompensado con paz, fortaleza y dirección hacia lo bueno divino que viene de Él.
Si le gusta esta serie, por favor sígala, comenzando con la primera: 15 Preguntas sobre el Cambio Total
La segunda parte de serie: Buenos resultados