Noticias | - 4:55 pm
País africano enfrenta una grave crisis económica y un empeoramiento de la pandemia de COVID-19.
La iniciativa de la Iglesia Universal del Reino de Dios tuvo como objetivo ofrecer una atención especial a los barrenderos que trabajan allí.
El vertedero Hulene recibe todos los desechos hospitalarios de la capital de Mozambique. Agentes del Ayuntamiento también participaron en la labor social para alertar a los trabajadores sobre los riesgos de contaminación y enseñar sobre los métodos de prevención.
Según las Naciones Unidas (ONU), Mozambique enfrenta condiciones económicas difíciles como resultado de las debilidades internas y el agravamiento de la pandemia del nuevo coronavirus. Para la organización internacional, el aumento del desempleo, la pobreza y la desigualdad social en la nación africana es preocupante.
Paulo Marques, responsable de EVG UniSocial en el país, informa que estas personas, que se ganan la vida con la basura, también son discriminadas, y algunas, incluso, necesitan vivir en el almacén.
Como en Brasil, en busca de mejores salarios, la población necesitada de las grandes ciudades africanas ocupa terrenos y construye viviendas en zonas marginales, inseguras o degradadas.
La voluntaria Suzana de Souza describió la alegría de poder ofrecer ayuda humanitaria a esas personas. “Fue genial ver los rostros llenos de alegría y felicidad. No sólo por la comida o algún material que entregamos, sino también por la ilusión y el ánimo que les dejamos”, comentó.
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