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El UEP les enseña a los internos de Guadalajara que pueden cambiar

Expertos en materia legal y social señalan continuamente que el mayor problema que enfrentan las personas privadas de su libertad es dejar atrás la vida pasada y pensar que no pueden cambiar.

Expertos en materia legal y social señalan continuamente que el mayor problema que enfrentan las personas privadas de su libertad es dejar atrás la vida pasada y pensar que no pueden cambiar.

Expertos en materia legal y social señalan continuamente que el mayor problema que enfrentan las personas privadas de su libertad es dejar atrás la vida pasada y pensar que no pueden cambiar. Pues, como se menciona muchas veces en las noticias, muchos de ellos vuelven a cometer actos delictivos cuando salen.

Eso lleva a pensar que las personas nunca cambian ni van a hacerlo; al contrario, popularmente se cree que en prisión uno simplemente va a aprender a tener más cuidado para no caer en manos de la justicia.

No obstante, Andric Núñez Trejos, doctor en Derecho, comentó que el país presenta una crisis que lleva a la reinserción social al fracaso. Y, por esa razón, continúan aumentando los índices delictivos y la reincidencia.

Para él, «los sentenciados que alcanzan la libertad, ya sea anticipada o absoluta, a menos que reciban ayuda para confrontar estos problemas, con frecuencia se ven atrapados en un ciclo de integración social fallida derivado del rechazo social». Por eso considera necesario que los programas de reinserción incluyan rehabilitación y educación.

El refuerzo para esta misión 

Como parte de este gran apoyo para ayudar a los internos e internas, la Universal en las Prisiones (UEP) se dedica continuamente a darles esa orientación, atención que tanto necesitan y mostrarles que pueden cambiar.

Actualmente, los voluntarios se encuentran activos en 40 cárceles para brindarles los cuidados necesarios, sobre todo espiritualmente hablando. Pues a muchos de ellos les hace falta el trato humano y el cariño que quizá desde hace mucho tiempo no saben qué significan estas palabras.

Prueba de ello es que recientemente, desde la Ciudad de México hasta Ciudad Guzmán, en el sur de Guadalajara, Jalisco, los voluntarios recorrieron casi 650 kilómetros para darles una palabra de fe y esperanza a los hombres y mujeres internados en el Centro de Reinserción Femenil y Varonil de dicho lugar.

Para la ocasión, en total, se entregaron 788 kits de higiene personal para ambos, y demás de la atención espiritual brindada, se hizo una oración especial por todos. Todo esto se hace con el objetivo de llevarles una noticia agradable: es posible cambiar, comenzar una nueva vida y hallar la libertad espiritual que Dios da cuando Él empieza a habitar en sus corazones. Y ellos se mostraron alegremente agradecidos por el apoyo de todo tipo, pues saben que quizá las personas pueden abandonarlas, pero Dios, nunca.

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