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El arrebatamiento (Parte I)

Abrimos un paréntesis aquí para tratar del arrebatamiento de la Iglesia del Señor Jesús.

Abrimos un paréntesis aquí para tratar del arrebatamiento de la Iglesia del Señor Jesús.

Abrimos un paréntesis aquí para tratar del arrebatamiento de la Iglesia del Señor Jesús. Recordamos que esta parte del Apocalipsis, que se inició en el capítulo 4, cuando Juan fue transportado en espíritu al Cielo, trata de acontecimientos futuros. Creemos que la Iglesia (los verdaderos cristianos) serán exentos de la gran aflicción que vendrá al mundo después de la apertura del primer sello. Será una nueva época, el principio de dolores como nunca hubo desde el inicio de la humanidad, conforme dijo Jesús.

Hasta hoy, la humanidad vio tres épocas: la primera, la época sin Ley; la segunda, la de la Ley (que Dios le dio a Moisés en el monte Sinaí), y la tercera se inició con la primera venida del Señor Jesús, representando a la época de la gracia. Cuando el Cordero (Jesús) abre el primero de los siete sellos, se inaugura la cuarta y la última época. Pero, antes de eso, nuestro Señor sacará a Su Iglesia de este mundo. Este evento es conocido como el “arrebatamiento”.

Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.  Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. (1 Tesalonicenses 4:15-17).

Después de que la Iglesia haya sido arrebatada, el Espíritu Santo, que es quien detiene al Anticristo (el primer jinete) de manifestarse, también será apartado de la Tierra. Y, entonces, el opositor de Cristo se revelará totalmente, como está escrito.

Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida; inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.  (2 Tesalonicenses 2:7-10).

Todo sucederá en la velocidad de un relámpago, en un abrir y cerrar de ojos. El arrebatamiento será algo tan repentino y tan rápido que toda la humanidad quedará perpleja y sin entender nada. Los arrebatados desaparecerán en medio de sus actividades. Imagínese el caos que eso causará en el mundo entero… La pérdida de seres queridos… La desesperación de aquellos que conocían la verdad de la salvación, pero la rechazaron… La ausencia del Espíritu Santo… La presencia y el dominio del total Anticristo…

La novela de Apocalipsis nos dio una buena noción de cómo será ese día. En la secuencia de las escenas del arrebatamiento, desapariciones repentinas se mezclan con incontables accidentes causados por la desaparición de conductores y pilotos. El mundo queda en estado de shock. Algunos adultos y todos los niños desaparecieron. Nadie sabe lo que está sucediendo.

Será de esta forma también en la vida real. Surgirán innumerables hipótesis para explicar la desaparición de millares de personas. Algunos dirán que seres extraterrestres las raptaron. No parecerá tan ridículo. Centenas de películas sobre supuestos seres espaciales y varias teorías científicas ya convencieron a muchas personas de que hay vida más inteligente en otros planetas. En las películas, la historia siempre gira en torno a la idea de que estos seres quieren interferir en nuestra vida en la Tierra. No es difícil ver la mano del mal en eso como una forma de preparar una explicación alternativa para el arrebatamiento.

Continuará…

Libro: La Tierra va a Prenderse Fuego 
Autor: Obispo Renato Cardoso

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